Un poco de historia:
La dieta del halcón peregrino motivó a Virgilio y Nancy a mudarse a Guayaquil. Ellos se conocieron en Quito como alumnos de la Licenciatura en Ciencias Biológicas en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), en 1977.
“En 1983, con Virgilio investigamos para la Canadian Wildlife Service y PUCE las presas de los halcones peregrinos que llegan desde Canadá, así que vinimos a Guayaquil para hacer el estudio”.
Investigaron la presencia de pesticidas en las presas del halcón peregrino, lo cual afecta gravemente la reproducción de esta especie al producirse huevos con bajas cantidades de calcio. Mientras realizaban este estudio se maravillaron con la fantástica avifauna guayaquileña y se radicaron en esta ciudad.
Nancy, como estudiante de la PUCE en 1983 trabajó con la distribución de aves playeras para el Atlas de Shorebirds de las Américas, capítulo Ecuador, del Canadian Wildlife Service con Rigg Morrison y Ken Ross.
“Guayaquil es un tesoro. Está inmersa en el manglar, y el manglar es un hábitat que atrae a variedad de aves. Y con la cercanía del bosque seco se produce un abundante intercambio de especies. Eso enriquece ambos ecosistemas”. Tal realidad provoca una riqueza inusual en áreas urbanas como el cerro El Paraíso, donde ella colaboró con el Municipio para elaborar el plan del manejo.
Virgilio y Nancy fueron gestores del Parque Histórico Guayaquil, Zona de Vida Silvestre, donde Virgilio realizó su tesis de licenciatura con una investigación sobre los gremios alimenticios de las aves en el manglar mixto del PHG y la exitosa reproducción en cautiverio del Águila Arpía, en 2002.
Ambos han promovido la observación de aves a nivel urbano en Guayaquil y fueron parte del grupo de investigadores para la elaboración de la guía Guayaquil es mi destino para observar aves en el Malecón del Estero Salado y Parques Lineales; actividad promocionada por la Empresa Pública Municipal de Turismo.
En 2019, Nancy determinó las rutas para el aviturismo urbano en Guayaquil; donde se priorizaron sitios como el cerro Paraíso, junto a las ciudadelas Bellavista y El Paraíso. Otro sitio estratégico es el parque Samanes, en el norte de la ciudad, sitio para el cual Nancy y Virgilio elaboraron su plan de manejo; así como la zona del estero Salado en la ciudadela Kennedy Norte. “Ese parque lineal se conecta con el bosque protector Palo Santo, de 4 hectáreas, conformando un corredor biológico”.
Felicitamos a Nancy Hilgert, miembro del Directorio de Aves y Conservación y recordamos con gratitud y cariño a su esposo Virgilio Benavides; por una vida dedicada a promover la conservación ambiental en el país.
|